Es un hecho. Más de un 40% de la población en Chile se encuentra en la Región Metropolitana (RM) y más de un 75% de esta solo en una provincia: la de Santiago, donde hay 32 de las 346 comunas de Chile. Pero, ¿por qué la actividad económica debe concentrarse solo en la RM?.

Si nos remontamos al origen de las civilizaciones y ciudades, éstas se realizan en torno a recursos naturales, principalmente. Cuando existen ríos, montañas, animales o alimentos, es ahí donde la población se instala a seguir viviendo y desarrollando sociedades. Hoy este fenómeno ocurre con las smart cities a partir de la evolución de las ciudades digitales con un alto uso de las Tecnologías de la información y la comunicación (TICs). Dado esto, me inquieta el que en regiones no podamos ir a la velocidad de la Región Metropolitana siendo que tenemos recursos igual o más valiosos que dicha región.

La innovación que aplican los emprendedores regionales para resolver problemas es increíble, además de sus gigantes ambiciones en responder a necesidades reales del mercado.

La actividad comercial, política, social se genera en la capital del país, pero en regiones tenemos una carta de actividades, panoramas, negocios y nuevos negocios, calidad de vida y un sinfín de placeres que podemos compartir, de una manera sostenible y consciente. En particular, estoy liderando una organización que trabaja con emprendedores y estamos presente en cuatro regiones del país entre Atacama y Maule. He hablado, tranquilamente, con cerca de 50 emprendedores por año desde hace unos cinco años, y me atrevo a decir que hay un gran potencial en lo que proponen. La innovación que aplican los emprendedores regionales para resolver problemas es increíble, además de sus gigantes ambiciones en responder a necesidades reales del mercado.

Entonces, ¿qué falta?. A mi juicio, falta disposición, confianza y un pensamiento en torno a la
descentralización y no sólo en obras gruesas, sino que ¡de mente!
. Hay que entender que somos seremos complejos, un poco sociales y un poco individualistas… a conveniencia. Hay que ponerse firme y cuestionarse el por qué antes de seguir con en una dinámica de “monos y plátanos”. Hay que entender que tenemos una corresponsabilidad con nosotros, con nuestros amados, con nuestro entorno, con nuestro planeta y es por eso que soy un convencido de que Carayannis y Campbell tienen total razón al plantear que tenemos que desarrollar un modelo circular de gestión en todo orden de cosas pensando en cinco hélices. 

Es momento de levantar la mirada y proyectar, confiar en que tenemos un territorio nacional riquísimo en capital humano y un sin fin de atractivos que podemos metropolizar mediante la “desmetropolización” actual.

Hélices de Innovación que van más allá de nuestros intereses personales y organizacionales, puesto a que somos seres responsables del futuro, de las nuevas generaciones y del medio ambiente per se. En fin, el agotamiento de recursos (hasta de nuestro propio tiempo) lo hemos realizado de manera irracional y es momento de levantar la mirada y proyectar, confiar en que
tenemos un territorio nacional riquísimo en capital humano y un sin fin de atractivos que podemos metropolizar mediante la “desmetropolización” actual.

Si miras tu cadena de valor hacia adelante y hacia atrás, ojalá que comiences a incorporar partners regionales y generes un aumento de actividad económica en territorios fuera de la RM, esta ha tenido suficiente. ¡Saquémonos las anteojeras y empecemos a valorar el capital intelectual que tenemos en todas las regiones de Chile en temáticas de emprendimiento e innovación!