Casi la mitad de los consumidores está prefiriendo el débito por sobre el crédito para comprar productos y servicios online. “La tendencia de inscribir el débito como pago recurrente será una integración cada vez más demandada en las empresas”, dice un experto en pagos.

Ir a un local, elegir un producto o servicio, completar un formulario, pagar en efectivo, y repetir este proceso periódicamente, semana a semana o mensualmente. Ese clásico escenario está quedando cada vez más en el pasado, con la búsqueda de las empresas por ofrecer métodos más cómodos y con menos fricción para los consumidores. Y según estudios y expertos, el futuro de esta tendencia tendrá dos claves: el pago recurrente con débito y las suscripciones.

Acorde a un estudio de la consultora Gartner, para 2023 un 75% de las organizaciones que venden directamente a consumidores, lo hará a través de modelos de suscripciones. Para las compañías de software, la International Data Corporation prevé que el 53% de los ingresos de este tipo vendrán de modelos de suscripción para 2022. De hecho, pese a que la pandemia causó recelo del gasto en productos no esenciales, las suscripciones mantuvieron su tendencia mundial al alza durante la crisis sanitaria, creciendo un 11% en el primer semestre de 2020 y un 12% en el segundo, según detalló el Subscription Economy Index.

Oscar Quevedo, Country Manager Chile de la pasarela de pagos Kushki, señala que “el cómo consumimos productos y servicios como sociedad va evolucionando según van cambiando nuestras necesidades. Es por esto que no es de extrañarse que las suscripciones sean tan bien aceptadas, hoy sabemos lo que queremos consumir frecuentemente, pero las formas automáticas de lograrlo todavía no se han puesto al día. Los pagos recurrentes permiten que los procesos ocurran tras bambalinas, así evitas estar recordando pagar una y otra vez en la fecha que corresponde”.

Oscar Quevedo, Country Manager Chile de Kushki.

Según una encuesta realizada por Zuora, un 22,5% de las compañías vieron crecer la tasa de sus servicios de suscripción durante el año pasado. Uno de los casos emblemáticos son las suscripciones del sector de la salud, como telemedicina, que con la pandemia crecieron cerca de 189%.

El experto en medios de pago recalca, además, que “hace tan solo tres años, en Chile no se podía suscribir una tarjeta de crédito para consumir online. Hoy muchos servicios se sostienen en esta forma de cobrar, pero esta solo se puede lograr con tarjetas de crédito. Es más, hoy solo el 44% de la población usa este servicio financiero. El débito es otro cuento, casi el 90% de nosotros tenemos acceso a estas y son altamente usadas, la tendencia será que las empresas migren cada vez más a cobrar de manera automática, recurrente y con todo tipo de tarjeta”, explica.

En esa línea, un reporte de GoCardless reveló que un 48% de los encuestados prefiere el débito para pagar suscripciones. “Hoy son populares las suscripciones a servicios de streaming, pero prontamente comenzaremos a ver este sistema para servicios de reciclaje a hogares, gimnasios, servicios técnicos hogareños, y una gran variedad de otras áreas. Pero tampoco es una fórmula mágica, porque fácilmente se podría saturar a los consumidores con suscripciones”.

Es en ese último punto donde los estudios recalcan que hay que poner especial atención, ya que, según el mismo reporte de Gartner, solo el 20% de las empresas que adopten modelos de suscripción van a tener éxito reteniendo al cliente. “Ahí, es importante tener pagos sin fricciones y múltiples opciones, como ofrecer pagos recurrentes con débito para compras y servicios puntuales, tal como lo hacen las apps de transporte o delivery”, cierra Quevedo.