La tercera entrevista de la serie de conversaciones que sostuvo el experto en minería, Francisco Santa Cruz, Mining & Industry Business Manager en Option, fue con el CEO de Yoy Simulators, que será unos de los emprendimientos speakers del Startups Latam Fest que comienza mañana miércoles.

-¿Cuáles fueron los inicios de Yoy Simulators?

-Apareció la realidad virtual y tuvimos la oportunidad de probar uno de los primeros visores que salieron, una campaña de Kickstarter, el Oculus Rift. Era un visor que se usaba con un computador de escritorio con una tremenda tarjeta de video. Se trata de colocar frente a tus ojos una especie de lentes y transportarte a un mundo virtual envolvente. Cuando nosotros probamos eso, nos explotó la mente. Hablamos con empresas e hicimos nuestro primer producto pensando en minería: un simulador de puente grúa con realidad virtual. Probablemente, el primero en el mundo porque era una tecnología nueva. Tenía un sistema de construcción 3D en tiempo real, le pusimos una cámara de profundidad al visor y se podían ver las manos sosteniendo la botonera, mientras operabas el puente grúa en este entorno virtual.

-¿Cómo se levantan los dolores que está pasando la minería para emprender por ahí?

-Nosotros en nuestro histórico siempre lo que hicimos fue venta en «verde». Teníamos reuniones, mostrábamos lo que teníamos, conversábamos con potenciales clientes y a veces nos decían que no les interesaba eso en particular, pero nos pedían que creáramos otra cosa. Así, después hicimos simulador de grúa horquilla, grúa móvil y camión minero. No sólo hacemos software, sino también electrónica. A veces hay que hacer piezas con termoformado o impresión 3D, porque cuando se hacen simuladores de máquinas hay que replicar parte de la cabina, como los botones, el volante o las cajas de cambio y esas son cosas que habitualmente no puedes comprar. 

-¿Quiénes crees que son los early adopters para este tipo de negocios? 

-Cuando partimos, los early adopters fueron siempre empresas pequeñas o medianas que querían diferenciarse y estaban dispuestas a apostar por nosotros. Hoy día ya está mucho más probado todo, tenemos un histórico, clientes y la tecnología maduró. En esa etapa no solamente había que vender un producto, sino también educar acerca de la tecnología. 

¿Quiénes fueron los actores claves con los que contaron apoyo en la industria minera?

-Yo nombraría primero, con mucho cariño, a la incubadora Chrysalis de la Universidad Católica de Valparaíso. Cuando llegamos allá, primero, detectaron nuestra falencia como equipo y nos obligaron a tomar un programa para aprender de negocios, porque éramos muy técnicos. Otra entidad que debo destacar es Corfo. Nuestra empresa no habría sido factible sin su apoyo, así de tajante, porque para hacer nuestro primer producto estuvimos como un año desarrollándolo. Eso sólo fue posible gracias a Corfo que se portó muy bien porque nos fue financiando en todas las etapas.

-¿Qué dificultades enfrentaron para pilotear sus soluciones?

-Cuando nosotros iniciamos, nuestros clientes fueron con quienes piloteamos todo. No teníamos la capacidad de hacer mucho testing porque todo era para ayer. Se tenía que vender y a veces se entregaban productos que no estaban totalmente refinados. Amablemente, los clientes nos llamaban para decirnos qué es lo que necesitaban, porque les gustaba mucho la tecnología. Entonces, además de comprarnos, nos estaban ayudando, entrenando y enseñando.

-¿Cuales son los elementos claves que les han permitido ser exitosos?

Creo que la persistencia y fe. Nosotros, para poder avanzar en la empresa y llegar a los hitos que hemos pasado, tuvimos que sufrir un montón en el plano profesional y personal. Teníamos poco dinero y veíamos como los que siguieron el camino tradicional estaban bien y económicamente tranquilos. También la capacidad de saber reinventarnos . Emprender es un acto de transformación. Si tú tomas a un empresario exitoso y lo despojas de todo, probablemente después de años va a volver a ser un empresario exitoso porque aprendió a moverse en el mundo. Hay una equivalencia entre la evolución del emprendedor y la evolución del emprendimiento.

-¿Cuáles son las principales barreras para ingresar a la industria minera?

-Cuando quieres entrar a una industria es porque estás fuera, no conoces a nadie y no tienes casos de éxito: eres un outsider. Entonces, una cosa que cuesta mucho es ganar ese primer contrato ya que existe resistencia al cambio. Ahí entra el relato del emprendedor para bajar esa barrera, se trata de cómo logras convencer y hay una receta ahí: muchos regalan sus primeros negocios. Cuando no tienes nada, tienes que hacer un sacrificio, entregar algo a un menor costo o hacer una oferta atractiva que te permita entrar. Naturalmente, después el costo de tu producto o servicio puede ir subiendo.

¿En qué indicadores impacta su producto/servicio?

-En el mes de la seguridad, logramos capacitar a más de mil operadores de camión mixer en empresas Melón con visores repartidos en distintas plantas. En ese caso el usuario que usaba los lentes se subía a un camión y junto a el un chofer, y ambos tenían un accidente, se generaba un impacto emocional. Entonces, la realidad virtual permite bajar tiempos de capacitación y hacer que las personas aprendan a través de experiencias prácticas en donde la persona acelera su desarrollo porque se expone experiencias límite y toma decisiones en base a eso.

¿Cómo proyectan su producto/servicio en los próximos tres años?

-Nosotros estamos luchando por ser una empresa global. Hoy estamos lográndolo, de hecho, nuestros productos se ocupan en distintos países: en Perú, Colombia, Francia, Brasil, España. Uno de nuestros últimos aciertos fue lograr que Mercedes Benz España compre nuestro simulador de extintor. Ellos saben de tecnología, incluso tienen expertos en realidad virtual y nos dijeron que nuestro producto superó sus expectativas. Pretendemos replicar esto en distintos países.

-¿Tuviste que buscar a alguien externo para llegar a los clientes extranjeros?

-En la mayoría de los lugares donde hemos logrado vender, muchas veces llegan los clientes solos porque encuentran el sitio web o porque clientes que ya tenemos tienen presencia en otros países y desean implementar una solución allá. Conozco otros emprendedores que les pasa lo mismo. Muchas veces puedes venderles de manera directa. En otros casos, nos asociamos con empresas que están en otros países y que nos ayudan a vender los productos allá, a modo de representantes. 

-¿Cómo es su relación con fondos de Venture Capital, inversionistas ángeles y/o con privados?

-Por ahora, estamos creciendo orgánicamente. Queremos intentarlo. Sabemos que es el camino más lento, pero, por otro lado, sería un sueño hecho realidad que nuestros inversionistas sean nuestros clientes. Qué mejor inversionista, te genera ingresos, te enseña, conoce mejor que nadie su mercado porque es el que tiene los dolores. Esa es la apuesta que hemos hecho hasta ahora. No obstante, no estamos cerrados a la posibilidad de levantar capital si se dan las condiciones.