Uno de los consejos que más se repiten para quienes emprenden es “enamórate del problema y no de la solución” y si hablamos de problemas, hay muchos en la región. De hecho, las posibilidades de resolverlos a través del emprendimiento nunca habían sido tan grandes. 

Estamos viviendo un momento épico para el emprendimiento. Los últimos éxitos de Nubank (una de las fintech brasileñas más grandes y exitosas a nivel regional) saliendo en la bolsa y las rondas gigantescas levantadas por startups como Kavak, Loft y Novemshop, son solo algunas señales que demuestran el tremendo potencial para construir una nueva clase de empresas desde Latinoamérica para Latinoamérica. 

Estamos viviendo un momento épico para el emprendimiento. Los últimos éxitos de Nubank saliendo en la bolsa y las rondas gigantescas de startups como Kavak, Loft y Novemshop, son algunas de las señales que demuestran el tremendo potencial

Si nos vamos a Chile, el talento emprendedor está, el capital también y la experiencia de construir empresas se está instalando cada vez con más fuerza en la cultura del ecosistema. Un ejemplo de aquello es el talento que sale de las  scaleups a través de las stock options (las opciones sobre acciones para trabajadores) en donde los empleados, mediante ese capital, salen a emprender con visión transformadora adquirida por la experiencia, produciendo ese “efecto multiplicador” que potencia el robustecimiento del ecosistema. En resumen, el “flywheel,” el círculo virtuoso, está andando. 

Sin embargo, aún nos falta recorrer camino para llegar a un ecosistema con esta visión más moderna. Actualmente la mayoría de los casos de éxitos de la región se concentran en  “tech-enabled industries”, industrias más tradicionales que, aunque resuelven problemas existentes, no están creando soluciones completamente futuristas. Aún así, eso mismo abre el espacio para construir desde lo análogo/ tradicional hacia lo digital y disruptivo. 

Sin embargo, aún nos falta recorrer camino para llegar a un ecosistema con esta visión más moderna

El “futuro” está llegando más rápido de lo que pensamos y la transformación digital producto de la pandemia, fue prueba de aquello. Tras comprobar que podemos construir desde “un solo click”, nos queda apropiarnos de la tecnología de manera transversal, considerando que las exigencias digitales serán cada vez mayores y que el mundo será más disruptivo de lo que podemos imaginar. 

Es una tendencia mundial y no nos podemos quedar atrás. Tuve el placer de asistir a Art Basel y la conferencia Pre-Money de la aceleradora global 500 en Miami hace algunas semanas, donde tuve la oportunidad de convivir con el mundo de los NFTs, los Criptopunks y los aficionados del Web 3.0. En medio de grandes exponentes del “nuevo emprendimiento”, comprendí que no solo se hablaba del futuro, si no que de un futuro que ya ha llegado. Un futuro donde la separación entre virtual y real ya no existe. 

¿Cómo se posiciona Latinoamérica? Ya un 30% de la población cuenta con criptomonedas, lo que representa el porcentaje más alto a nivel mundial, seguidos por la región Asia Pacifico con 24%, Estados Unidos un 19% y Europa en un 15% según el estudio de Morning Consult, State of Consumer Banking de octubre de 2021. Aunque lidera el ranking, gran parte de las soluciones del crypto, de Web 3.0, no están construidas aquí.  Los estamos usando y transando, pero usualmente vienen de Estados Unidos o Asia, con algunas excepciones como el unicornio mexicano Bitso o la startup argentina Ripio. 

Esto no es nuevo en la historia de Latam y por eso es muy importante aprovechar este “caldo de cultivo”: una sociedad joven, emprendedora y de alta adaptación digital, que son excelentes ingredientes para crear soluciones del futuro. 

Es muy importante aprovechar este «caldo de cultivo»: una sociedad joven, emprendedora y de alta adaptación digital, que son excelentes ingredientes para crear soluciones del futuro

Para Facebook, Alibaba y Uber, por solo nombrar algunos; América Latina es uno de sus mercados más importantes. Whatsapp está probando su servicio de mandar transferencias peer-to-peer inspirados por WeChat, en Brasil, no en Estados Unidos. En MercadoPago en Brasil ya se puede comprar bitcoins y mantenerlos en una billetera digital. 

Los consumidores del futuro ya están, asegurémonos de que parte de la creación de valor también pase aquí.  En Chile hay experiencias en ciertas áreas, pero aún faltan soluciones enfocadas en la Web 3.0 y que aspiren a competir con players internacionales de otros países. Incentivemos pensar en grande, ir  más allá,  co-crear desde la colaboración ese futuro digital está más cerca de lo que creemos.